Breathe

Breathe
Nunca ha habido nada, pero todo lo que hay es mío.

12.27.2007

I never kissed a fool in the way I kissed you

You are far,
When I could have been your star,
You listened to people
Who scared you to death, and from my heart,
Strange that you were strong enough,
To even make a start,
But you'll never find
Peace of mind,
Till you listen to your heart,

People,
You can never change the way they feel,
Better let them do just what they will,
For they will,
If you let them,
Steal your heart from you,
People,
Will always make a lover feel a fool,
But you knew I loved you,
We could have shown them all,
We should have seen love through,

Fooled me with the tears in your eyes,
Covered me with kisses and lies,
So goodbye,
But please don't take my heart,

You are far,
I'm never gonna be your star,
I'll pick up the pieces
And mend my heart,
Maybe I'll be strong enough,
I don't know where to start,
But I'll never find
Peace of mind,
While I listen to my heart,

People,
You can never change the way they feel,
Better let them do just what they will,
For they will,
If you let them,
Steal your heart,

And people,
Will always make a lover feel a fool,
But you knew I loved you,
We could have shown them all,

But remember this,
Every other kiss,
That you ever give
Long as we both live
When you need the hand of another man,
One you really can surrender with,
I will wait for you,
Like I always do,
There's something there,
That can't compare with any other,


You are far,
When I could have been your star,
You listened to people,
Who scared you to death, and from my heart,
Strange that I was wrong enough,
To think you'd love me too.
I guess you were kissing a fool,
You must have been kissing a fool

12.24.2007

Sed de amor

Puedo titular así un relato, pues este es tu relato, pues este es tu título.

Ai no Kawaki por eso beberte. No hacerlo. Jadear. Palpitar cuando están tus ojos posados en los míos como una mariposa se mece sobre los pétalos aterciopelados, antes de saber que aquellos pétalos marchitarán y ella suspirará la rosa por última vez.

Ai no Kawaki y saberla a ella bebiendo tu elixir mientras yo, ilustremente fiel, rozo sus pantorrillas con mis charolados tacos, acaricio su cabello cuando tu no miras (cuando él no mira) pero tu hombre se detiene mientras mis manos dibujan el deseo sobre su piel, retirándome en silencio y sellar las caricias distantes en el aire.

También, anidando estelas entre mis pensamientos, está aquellas frases:

-He caído muy bajo gracias a ti.

-¿Por qué?

-Partirás mañana, ¿verdad?

(El marino que perdió la gracia del mar)

Rememorando aquella frase: “puedo darte todo lo que me pertenece, pero no puedo darte nada de lo que no soy dueño”. Yo no soy dueña de mi misma. Hay emociones ligadas a mis actos, emociones ajenas que a su vez son mis emociones, porque mi sentir depende de su confianza en mí, de mi lealtad, de mi estabilidad.

Pero, cómo dice Mishima en el libro de mismo nombre:

La percepción del mar, el ebrio y oscuro sentimiento que depara siempre ese deambular ultraterreno… El estremecimiento de decir adiós… Las dulces lágrimas que viertes con tu canción… (…)

Tiene algo que ver con decir adiós, buscando una manera de soportar los días mientras la impotencia me vence por no poder oír tu voz por teléfono, por no poder ver tu rostro risueño contrastando tu buen gusto.

Porque me gustaría tenerte frente mío y decirte que te debo la vida que no suicidé.

Eso que me permite vivirme ahora y vivir a las personas que amo.

12.21.2007

Merry Verry Borrashera

Hoy es mi cumpleaños.

Mi madre está orgullosa de mí.

Me sacaron la medicación y el panorama tornó de ser una psicosis irreversible a ser, sencillamente, un “problema” de personalidad fuerte.

Mi mejor amiga logró abrirse conmigo y empezar a comunicar sus dolores. Confía más en mí. Me ve más madura. Me dio las llaves de su casa. Trabajamos en armonía. Nos vemos más seguido y podemos compartir la cotidianeidad más que antes, cuando tan solo nos veíamos en bares.

Encontré a un hombre que me mira a los ojos y me transmite cosas que no puedo describir en palabras. Que me da un espacio en todo aspecto de su vida y me quiere de manera estable. Que me acaricia. Que me cuida. Que se preocupa por mí.

Tengo posibilidades de ejecutar el arte por muchos medios y, relevantemente, expresar mis sentimientos de manera creativa.

Mi psicóloga tiene un lazo importante conmigo. Logro confiar en ella y ansío comunicarle todo lo que me pasa. Es cordial pero respeto sus sugerencias y sus modos de encarar las situaciones. Me lleva a no eludir racionalmente mis emociones.

Hoy es mi cumpleaños y quiero vivir.

Quiero escribir esto.

Quiero despertar abrazada al hombre que elegí.

Quiero ver a la gente que quiero sentada a mi alrededor a la noche.

Quiero sentirme una reina, pero que todos sean también parte del reinado.

12.14.2007

Cuestión de prioridades

Así decidió titularlo él. Es un él desconocido en Facebook, uno de esos él que no sé si realmente importaría tenerlo en el listado de friends. Un él que no sé si quiero conocer. Un él interesante que sencillamente mandó un privado y me sorprendió.

Fue como si tuviera una pluma mágica. Tardé en responderle, pues lo dicho fue profundo, bizarro, bohemio. Como si él, de repente, encontrara un reflejo mío y supiera que decir.

Así, sin más. Así, despacio pero rápidamente, le respondí. Qué me lea y que me conozca cuando no me conoce. Pero que conzca mi cabeza, que es mi parte más bonita (humildad aparte).

Quería compartirles a todos la conversación, porque hay algo allí que me parece valioso:

A: El conocimiento es hermoso, pero como la mayoria de la cosas hermosas que ofrece este mundo, no devuelve el amor que se le da.

Permitime recomendarte un libro, "Kafka en la orilla" de Haruki Murakami.

Yo: Lo maravilloso del amor, propiamente dicho, es que es el acto más egoísta que ejecutamos. Cuando amamos no esperamos nada a cambio. Cuando conozco no espero utilidad, tan solo se impregna, así, como se impregna un buen perfume en nuestro placer. Lo verdaderamente bello es conocer aquello que le es desconocido a la mayoría...

Será por eso que jamás pude leer a Cohelo.

No conozco a Haruki Murakami pero en la semana quizás pase por Corrientes y pregunte por el libro. Kafka me gusta. Los autores orientales, en líneas generales, me agradan muchísimo, particularmente cuando escriben en prosa, tal y como lo hace Mishima.

A: El amar la gnosis y buscar la iluminación puede parecer un fin mas alto, una motivación mas pura que la tan ordinaria avaricia, sin embargo tanto el conocimiento como el dinero, ambos son poder (Parafraseando a Francis Bacon). Buscar el conocimiento o buscar el dinero son diferentes formas de una misma búsqueda, la del poder, la superioridad. Son estos dos amores en realidad uno, el amor a si mismo.

No quiero que me malentiendas, Natalia, el amor al propio ser es sano. Pero el exceso de este amor, o el mal enfoque del amor en general, es la raíz de todos los males en nuestras sociedades.

Para facilitarte un poco la búsqueda, Kafka en la orilla es parte de la colección “andanzas” de “Tusquets editores”.

Yo: Pero ¿qué pasa si el poder da poder a aquellos que lo carecen? El dinero es un material transmisible y el conocimiento también puede ser un bien cultural igualmente transmisible. Lo hermoso es que el dinero siempre vale lo mismo en cambio al conocimiento lo moldeamos nostros. Sí, ambos dos se amplían, con los bienes de producción alguien puede desarrollar beneficios económicos. Como el concimiento también existe la especialización... lo hermoso de la búsqueda es que al amor a uno mismo es el conocimiento y no el dinero :) La búsqueda de conocer quiénes realmente somos. Y ¿no es acaso esa búsqueda equivalente al conocimiento? Siempre nos demolemos y nos reestructuramos, siempre nos superamos, nos sorprendemos, nos enteramos de lo que somos a cada paso y, aún así, habrán plenas experiencias que nos depare descubrir y habrá miles de modos, todo ellos distintos, de llegar a lo que creemos que es nuestra verdad, para más tarde descubrir que esas verdades no siempre son rigurosas y que existen otras formas... más o menos ciertas.... de vivir y de crecer.

El problema es que el conocimiento también es un arma peligrosa. Conocer no implica la ética de ningún modo. De hecho, la humildad de -reconocer- que no conocemos lu suficiente es lo único que nos garantiza no aletargarnos en los laureles.

Saludos!

Me gusta esta conversación :)

A: Quizás el mas valioso de los conocimientos es el conocimiento de uno mismo, que nos muestra nuestros límites, que nos permite dominar nuestro propio ser. Sin embargo ¿cuanto conocemos realmente de nosotros mismos? Todos nuestros sentidos nos dibujan una realidad en la que estamos prácticamente tácitos, las estimulaciones son externas a nosotros, ni siquiera vemos nuestra propia cara. Solo nos conocemos por medio de otros, de la misma forma en que un objeto se reconoce como unidad en tanto tiene limites marcados del resto de la materia, nuestras personalidades son en cuanto difieren de las demás alrededor nuestro. Somos una sociedad por cuanto hay cierto equilibrio entre lo que tenemos en común y lo que no, formando una armonía.

Si somos incapaces de conocernos a nosotros mismo por medio nuestro, el hombre en completa soledad no existe ya que si nadie lo conoce nadie marca límites, sin los cual no hay unidad, se perdería en el vació como el gas al expandirse.

Esto plantea algo paradójico en lo que no me voy a explayar por algunas razones, una de ellas es que se están haciendo las 3 de la mañana mientras escribo esto : ). De todas formas ya tendré otra oportunidad.

Discúlpame si soy muy atrevido al preguntar ¿qué es el amor?.

Yo: Ese plantéo es un plantéo que yo solía explayar varias veces. Cierto día, me dí cuenta de que ya casi había perdido contacto con la realidad. Drogas. Me desconocía y no me conocía por contrastación con otros. Otros no eran un espejo en el que verme por su perspectiva. Sencillamente, no pasaba un segundo del día en contacto conmigo misma. El ser no es sin un conjunto que lo amolda. Somos, de hecho, por el contexto en el que nacemos. Pensá que jamás tendríamos la personalidad que forjamos si viviéramos en "La cumbrecita" y el alba fuera un cuadro de Dalí cada día... pero somos por este posmodernismo que nos rodea, una glorificación de lo trash pero con una valoración cultural que lo exime del término.

¿Qué es el amor?

Es amar a aquel que nos refleja el otro. Es amar nuestros comportamientos por el otro. Es amarnos por querer compartirlo con el otro. Es descubrir nuestras virtudes mediante el placer que damos. Es descubrir que el orgasmo en realidad no se parece a ningún cosquilleo que se siente al tener sexo, sino que el orgasmo se parece a entrar dentro de la otra persona y mirarla como si fueran un solo cuerpo, es que cada movimiento vaya al unísono, es que esa unión sexual se transfiera en mis gestos cotidianos y, repentinamente, que ese sentimiento quiera ser dejar de pensar y perdernos en la nebulosa de ideas, para empezar a crear algo concreto, algo real: poner en palabras lo que sentimos y lo que creemos.

12.12.2007

Ich wisse aber ich möchte im worte stellen

Estaba esperando eso. Lo dijimos. No lo dijimos. Lo dijimos de manera rebuscada.

Un lapsus freudiano: “mi novio”. Decírselo. Que me diga “¿y que problema hay?”. Responderle que no, que no está puesto en palabras. Está bien. Que no es necesario. Pero está mejor si sí lo es. Si me lo decís. Si te digo: sí, yo quiero. Que me digas que también. Que cambiemos nuestro relationship status como nerds de la vieja escuela. Que aún así persigamos mujeres con la finalidad de complacer nuestros instintos más líbidicos (no existe libídicos pero ustedes comprenden).

A veces mirar a mujeres como embelesadas, así, con más deseo que a vos. A veces que vos las mires con más deseo que a mí. A veces ponerme muy celosa. A veces desear con placer a vos y a la mujer que miramos. A veces los placeres entremezclados porque al fin y al cabo vos sos el que me hace el amor. Vos sos aquel que entra.

Es también un aroma femenino rondando el ambiente. Es también el seno exuberante de una mujer por su escote o un labial rojo sangre. Es perseguir ese perfume porque sé que vos perseguís mi perfume, mi escote y mi labial rojo sangre a pesar de… y así perseguimos juntos, así hasta cansarnos, así hasta no cansarnos, pero siempre: así para vivirnos.

11.29.2007

Bandeja de entrada sin salida.

Temo.

Temer es innecesario por lo inconcreto de los resultados, por los caminos en los que surca la preestructuración de las consecuencias: precisamente, son inconcretas. Determinamos, exigimos, suponemos y hasta cometemos el acto humano más divinamente imbécil: presuponemos.

¿Cómo no presuponer luego de ese mail?

Sí, un beso y miles de besos miles de veces y en todas sus formas. Sí: tenerte pero no tenerte y abrazarte y perderme en el instante. Y también: sí: temer.

Porque no es pensar en sexo. Es pensar en vos y pensarnos. Es la maldita pregunta que agobia mi mente: ¿qué hago con lo que voy a sentir? (¿qué hago con lo que siento?)

Si un mail, un malditamente hermoso mail, hace que te piense en cada instante, que te saboreé en la lejanía, que, de a momentos, olvide a quién tengo entre mis brazos y anhele que aquél seas tu... y es él y lo quiero y lo quiero en mi vida pero a su vez estás vos y ¿por qué autoengañarme? me encantaría que estés en su lugar.

Los pensamientos son algo curioso: nacen pero jamás mueren. Retoman. Vuelven sobre la mente y maceran, se quedan, evolucionan, tallan. Lo peligroso es aquello que tallan, aquello que no queremos que tallen o por dentro, muy adentro, sí, queremos, ansiamos, deseamos. El maldito pecado humano llamado deseo.

Deseo de vos.

Deseo de que mi voz no se pierda en mi mente o viceversa.

Deseo de que me besés como él.

Deseo de que me penetres como él.

Pero, a su vez, deseo de no poder trazar el trayecto de tus labios incorrectos dentro mi mente. De no esbozarte tan bien como te esbozo. Deseo de apagar tu nombre sobre mi nombre o que, por fin, caiga la noche sobre mí y sea él de quién el humo atesorará nuestros cuerpos.

There's so much in me that is you, anyway.

11.23.2007

Gravity (no scapeing)

Quiero que seas mío.

Está bien.

Quiero que seas tuyo. Quiero ser mía. Pero quiero que seamos nuestros.

Me pierdo dentro de un mar de sentimientos inocentes. Es querer que cada penetración llegue adentro, pero a ese adentro que no se roza, aquél adentro que se clava: sentir tus ojos mirándome, fijos y entrecerrados; sentir tu respiración a unísono, tu desesperación por besarme o tan solo acariciarme... y en ese exacto momento, como en un susurro en mi mente, se figuran las palabras de lo que me hacés sentir: no quiero pensar en no poder besarte o abrazarte, porque sentiría que me faltaría lo muy bien que me hacés sentir.

Cada vez que pensás en mí. Cada vez que pienso en vos, en qué te puede gustar, en qué puedo regalarte, en qué te gustaría comer, en cómo te voy a sentir... siento, sencillamente, que soy feliz. Algo tan putamente simple que, de a momentos, es casi ilusorio e incomprensible.

De algún modo, estás en mi vida, en mi pensar y en mi sentir.

Quiero ver, quiero entrar.

11.21.2007

Yo adhiero al día del lector anónimo...

... pero como me desperté 6 am y fui a teñirme, a comprar ropa, anillos de circón cubic, gargantillas de strass high quality, Dove para cabellos teñidos, Loreal elvive gloss, jugo Ser frutos rojos y speed para tomar con vodka... no tengo ganas de explicar qué es.

Acá se los explica la mismisima Carolina (Bestiaria de http://bestiaria.blogspot.com).

Quiero por lo menos una firma el 21 o pongo un virus en esta página.

Post Scriptum: ¡Ah! ¿Hoy es 21? Mirá vos... falta 1 mes para mi cumpleaños.
Post Scriptum 2 : A él o la forra/o pelotudo/conchuda que haga una firma índole fotolog le hackéo el mail. Ahora salgo con un programador. Creo que puedo amenazar.

11.11.2007

Depresiente.

La primera vez que fui a la psicóloga ella pretendió que yo establezca las metas del análisis psicológico (distinto del psicoanálisis que es Freudiano). Le planteé que yo pretendía empezar a poder expresar mis emociones, decir “te quiero” sin sentir una tormentosa inseguridad que me asediara con ansiedad. Felizmente pude hacerlo, pude comenzar a expresarme.

Su MO es preguntarme lo que siento, recurrentemente, cuando le cuento las cosas que me pasan. Es curiosa mi tendencia inherente a replicar con análisis meticulosamente racionales, a lo que ella, sin desistir, vuelve a cuestionarme mis sentimientos y no lo que sería apropiado sentir o lo que debería ser.

Rápidamente sacó a la luz un patrón: si bien mejoré en expresar las emociones positivas tengo una alta falencia para expresar el dolor o la ira. Dejó la punta del ovillo varias veces insistiendo en que me plantee mis modos de procesar las emociones negativas, a lo que mi respuesta, patética desde un “vamos”, fue: me tomo uno o dos “valium”.

Ayer mi madre se dedicó a quemarme las neuronas (cosa que yo hago sin ayuda) porque el lavabo de la cocina estaba roto y yo olvidé la cuestión, poniendo un plato a lavar y sirviéndome un vaso de agua. Le contesté mal, bajón al margen, a lo que ella prácticamente comenzó a llorar (o a poner esa voz manipuladora de pobre madre masacrada por una vida de trabajadora insufrible) y yo me limité a encerrarme en la habitación (luego de su “sugerencia” de mandarme a mudar de la casa).

Me desperté 4 pm.

Apenas pude razonar en donde estaba, ella comenzó a gritar porque había agua, nuevamente, en el lavabo. El novio le respondió que él no lo había abierto, a lo que ella entró abruptamente en mi habitación y comenzó a gritarme si yo había abierto el lavabo. Fui honesta: no. Comenzó a culparme de mentirle descaradamente en cara hasta que yo sugerí que le volviera a preguntar al novio si fue él quién echó agua en el lavabo. Esta vez su respuesta fue afirmativa.

Progresivamente, durante el día, fue decreciendo mi estado anímico hasta que, minutos antes de escribir este texto, fumé un cigarrillo y recordé porqué me había despertado tan tarde: tuve un extenso sueño en el que la asesinaba.

Pensé: ¿qué siento ahora?, notando que, dentro mío, recorría ese veneno negro por la sangre de mis venas, esa sensación caóticamente mórbida de querer matar, de querer destruirla y tomar su cabeza, agacharla contra la lacena y golpearla hasta que muera desangrada.

Pero no sé que siento.

Todavía no sé que siento.

Siento eso indescriptible de querer herirme por no herir, de querer gritar de algún modo complejo que se exprese con cortes, con una buena dosis de vodka, de fantasear con irme y no oír a nadie más nunca, de sentir que ya nadie me quiere, de que no hay quién me abrace en este momento sin poder considerar tal cosa una nimiedad…

Pero hay algo que excede el tener que enfrentarme a mi madre y es tener que lidiar con mis emociones, aquellas que no describo, aquellas que no controlo, aquellas que no asesino: son esas que me matan y me asesinan a mí.

De envoltorios fucking perfectos… a un costado: vacíos por dentro.

11.02.2007

Declaración del 2 de Noviembre del 2007

Ahora, acá, en este preciso momento de mi vida, no creo que necesite absolutamente nada más que lo que tengo.

Me siento plena, satisfecha, feliz y completa.

Sé que no es un clásico en mi vida y es extraña esta sensación para mí. Siempre creí que no podía definir con exactitud la felicidad. La he llevado al relativismo extremo, aduciendo (bueno, podríamos alegar exceso de cientificismo bizarramente entremezclado con cientificismo) que la felicidad suele ser un estadío del recuerdo del pasado que llevamos al nivel de ideal sin tener la capacidad de contrastar el estado actual de las cosas, añorando, casi residualmente, volver a ese instante de plenitud, siendo que, a su vez, se suceden las cosas ahora y pasa el tiempo y, posiblemente, nos encontremos luego volviendo a añorar el momento aquel que no supimos apreciar por ser una cuestión de experiencia del tiempo. Es decir, solemos añorar melancólicamente aquello que perdimos.
Por otro lado, alegaba que "neuronalmente" nuestras únicas posibilidades de experimentar la felicidad eran mediante su expresión más nímea: la alegria. Es decir, la serotonina. Por supuesto, como todo neurotransmisor, su presencia antes de ser recaptada es bastante escasa, a lo cual, el concepto de felicidad se ciñe más a la posibilidad de "bienestar".

Pero hoy, curiosamente, se me desvarían todos los sentidos porque no me siento alegre: me siento feliz.

Mis teorías cientificistas sobre la serotonina se ven doblegadas sobre aquello que va más allá -y probablemente se relacione con la psíquis- que es la seguridad.

Poder comenzar a pararme más firme para con mi familia, establecer los límites que bien merecidos tienen.

Poder mostrarme como soy y ser aceptada por gente que considero valiosa.

Poder ser cariñosa con alguien, sumamente cariñosa, y recibir una respuesta afirmativa ante tal acto.

Poder decir esto de una manera manierista y compleja tan solo para no exponer la vulnerabilidad que aquello implica. Porque el jueves le dije a mi psicóloga: "Para mi la felicidad es tener todo aquello que cupa dentro de mi absoluto control". Pero es eso y más que eso. Es eso y este texto y poder ser retorcidamente insoportable para explicar lo que siento... pero estoy aprendiendo que hay algo que trasciende muy por encima de la mágia del lenguaje. Hay algo que trasciende la razón, hay algo que trasciende la capacidad de verbalizar... y es la pasión de poder sentir, no importa qué, no importa cómo, pero importa el vivir y saber que logré aprender que este momento me hace feliz y se desdibuja la melancolía del pasado.

Es aquí y ahora... finalmente.

10.29.2007

A pppppprrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrr TRRRRRRRRR

Tengo un gato.

Hoy decidí que quién no tiene miembro masculino no puede ser macho. No importa la insistencia del veterinario y el hecho de que insista en llamarlo "Yukio" por Mishima.

Eso sí, es un puto, le encanta que le besuquee las tetillas.

Me enamoré... y es correspondido.

La felicidad puede ser una mordidita en la nariz, una áspera lenguita en los labios, un maullidito mal artificiado, una cabecita escondidita en el doblez de tu brazo y quedarse dormida mientras oís un ronroneo interminable y dos perlas verdes te miran fijamente.

10.24.2007

Eres, lo que más quiero en este mundo eso eres.

Hoy, hace exactamente 12 años, un 24 de Octubre de 1995, nació Ana Stephany Wirth.

En mi vida he tomado Ketamina en sobredosis y tenido K holes y sentirme completamente disociada, flotando sobre mi cuerpo. En mi vida he tomado MDMA puro y sentirme en éxtasis... en mi vida he sentido placer extremo pero nunca, jamás, he sentido eso que sentí cuando naciste.

Me lo dijeron aquella mañana: nació tu prima. Recuerdo esas palabras literales y quedarme, precisamente, sin palabras, y llegar al colegio y subir esas escaleras como si entrara a un palacio y se abrieran las puertas y allí hubiera una cuna con gasa cristal recubriendo tus ojos angelicalmente azules, tu cabello rubio, tu aroma a recién nacida. Eras mi princesa.

Me corrijo.

Sos mi princesa.

Porque cuando te veo, desde tu inocencia y tus juegos hasta el modo por el cuál crecés y descubrís mágicamente aquel mundo real, todo lo complejo que implica y todas esas formas por las cuales simplificás, esa honestidad brutal, esa magia cuando aún jugas, esa eufória por las cosas, esos modos sobrecarburados por los que contás lo que te pasa, esa confianza y ese amor que sabés dar, esa aura que tenés a realeza, esa belleza intrínseca que va mucho pero mucho más allá de tu gloriosa majestuosidad... precisamente por eso, porque sos lo más bonito que ví en mi vida y no me refiero tan solo a tu imagen... me refiero a lo que irradías, me refiero a toda la ternura y la calidez, me refiero al apasionamiento por verte crecer día a día, por ver tus cambios y tus complicaciones y a la vez tus alegrías y tus pasiones, por querer que vivas intensamente todos y cada uno de los momentos, porque sos, fuiste y serás la luz de mis ojos, uno de los motivos más grandes que tengo para vivir, poder verte y experimentar como de a poco te convertís en mujer, poder saborear el modo por el cual saboreás tu vida...

Ver el brillo de tus ojos.

Y es tan solo querer vivir para estar ahí, para estar en tu vida y saber que siempre tendrás cada milímetro del amor que hay en mi para vos, porque todas y cada una de estas palabras son una nimiedad para expresar que siempre quiero estar en tu vida porque nada jamás me haría tan feliz como ver tu rostro de alegría cuando descubrís en las pequeñas cosas tanta pasión.

Porque eres... lo que más quiero en este mundo eso eres.

10.20.2007

La insuficiencia de las construcciones culturales del vocabulario + Marina geburstag

La verdadera amistad tiene un momento de silencio muy ruidoso. Es exactamente cuando hay que usar la palabra te quiero. Soy una obse de la meticulosidad de lo expresado y no me refiero a sintaxis ni semántica sino algo más profundo, una cuestión de responsabilidad con la carga del discurso y su repercusión.

Lo curioso es que querer, en alemán, es un verbo modal, y no existe nada más preciso que eso. Los verbos modales como möchte (querer), wollen (desear), dürfen (tener permiso), sollen (tener que por obligación externa), müssen (deber, por obligación autoimpuesta), können (poder) son un mundo aparte, inclusive gramaticalmente hablando. Por empezar, son verbos que exigen obligatoriamente otro verbo. Se construyen de distinta forma, el “modalverben steht auf position zwei, subject steht auf position eins und verb im infinitiv am ende”. Es decir, no conjugamos el verbo que implica el verbo modal sino que conjugamos el modal en relación al sujeto.

Todo esto no tiene demasiado que ver excepto por el dato curioso, querer como muestra de afecto no existe. Se dice Ich liebe dich, que viene de liebe que es amor. Claro que no se traduce “yo amor tu” sino que liebe podría ser una primera persona de lieben, aunque desconozco si existirá como verbo.

No tengo mayor conocimiento respecto de los casos en otros idiomas pero me resulta curioso que no haya un distintivo en los “niveles de afecto”. A su vez me siento bastante perturbada porque yo misma, en nuestro idioma, siento que “querer” es un verbo posesivo, que implica una acción secundaria ¿qué es lo que quiero? El objeto de mi afecto “quiere ser poseído por mí”, lo anhelo como parte mía, es decir, parte de mi vida.

Me resulta complejamente fuerte.

Hasta cierto punto prefiero el verbo amar, porque implica un estadio del afecto mucho más sano: siento amor por esta persona, cariño, me importa que esté viva, quiero que esté bien, le deseo que sea feliz. Es claro, pero a su vez multidimensional. El problema que tenemos en Argentina (presumo que en todo país hispanohablante) es que al término “amar” se lo toma como algo grandilocuente, como una cosa tajantemente determinante, una promesa, un lazo sagrado… tampoco creo que sea tan correcto tomarlo desde esa perspectiva. Amar implica algo más importante, irradia esa postura de fidelidad de sentimiento pero a su vez se aplica, con mesura, a la libertad. Amar no exige ser amado, ni siquiera correspondido, aunque es más sencillo amar a quién nos ama. Querer implica algo más superficial, probablemente más ligado a las exigencias a las que nos lleva ese deseo de querer “algo”. Tal y como el alemán lo exige en su gramática, se quiere una cosa, poseer una cosa. “Ich möchte dir haben” sería apropiado, más no “Ich möchte dir”. Un alemán te miraría consternado y te preguntaría: Was möchte du mir?

A veces siento algo parecido.

Los silencios hacen ruido.

El silencio de no poder decirle te quiero a mi mejor amiga en su día de cumpleaños… el ruido que haría decirle que la amo… el silencio de decirle te aprecio… el ruido de decirle que la necesito… el silencio de no decirle nada, porque ya sabe todo, porque a veces las palabras son, oficialmente, un recurso torpe y sesgado, una construcción cultural que no nos permite habitar las emociones que residen dentro nuestro.

… aber sie wissest Ich könne nicht ohne sich meine leben denken.

10.15.2007

Insolencias de ayer, hoy y de siempre...

Natalia: Tengo una semana movida, el martes probablemente salga y vuelva el miércoles, a su vez el miércoles a la noche voy a lo de Marina, me despierto el jueves y voy a llevarle comida a Fabián, luego a la psicóloga, luego al local y más tarde a la facultad, llego, duermo, al otro día voy a trabajar, al otro día a Alemán y luego vuelvo a irme para volver al otro día.

Mabel: El miércoles a la mañana me pidió la abuela que vayas a la fisioterapeuta.

Natalia: Disculpá, ¿me preguntaron si puedo ir a la fisioterapeuta o estoy ocupada?

Mabel: Pero ya me avisó la abuela.

Natalia: Eh, o sea, a mi no me avisó nadie y el hecho me incumbe a mí. No puedo ir.

Ese macabro arte de manejar y manipular la vida mía como si fuera una fucking muñequita de plástico.

Fuck yourself.

Fundamentos de la producción de conversaciones

La afirmación es un habitué, un cliché en las conversaciones argentas.

Los observadores habituales de cafés y conversaciones solemos reparar en la disimilitud que existe entre los interlocutores. Se puede lograr un hastiado conocimiento de la persona respecto de su modo de responder. Voy a hacer hincapié en un par de ítems al respecto.

La (des)gracia(s) de ser hijo único

Nos atormenta el legado de haber jugado con “nuestra imaginación” toda la infancia, de hablarle a los peluches, de conversar con nuestros propios pensamientos hasta darnos cuenta que lo único interesante que tenemos es hipercarburar hasta que nuestros neurotransmisores empiecen a quedarse sin aire al grito de: deja de pensar, ¡forra!

Nos convertimos en nuestro propio mito de narciso, evaluamos una y otra vez nuestra postura sobre ¿la batata es una fruta? ¿el formato digital reemplazará el soporte papel? ¿es el dadaísmo un modo de oposición a la hegemonía o la muestra más grande de neurótica búsqueda de volver al útero materno? ¿se pueden romper los tejidos anales en una doble penetración? ¿por qué nadie cometió un atentado contra Bush? ¿cuál es la relación anorexia-serotonina-hambre? ¿por qué los cochecitos de bebé miran a la madre? ¿por qué mi voto vale igual que el voto de una pelotuda de zona norte que vota a Macri? ¿qué pasa con mi piel si me sumerjo dos días enteros en agua con cloro (¿me blanquéo?)?

Estamos tan convencidos de que siempre podremos retrucar con algo mágicamente esclarecedor, real, verdadero, directo, tajantemente revelador, que respondemos toda frase con: Ehm, en realidad… Sí, claro, pero vos… Podría ser, pero desde esta perspectiva… No, bueno, la cuestión se basa en que… Te olvidás de que…

Y refutamos.

Nos ponemos una coronita de flor de narciso y refutamos y volvemos sobre puntos que quizás el otro interlocutor ya sostuvo pero los replegamos sobre si, los reelaboramos, los contrastamos, nos oponemos y nos encanta ser esa clase de persona insoportable con la que debatir, tan solo porque somos inimputables y siempre le hemos hablado a nuestra cabeza al extremo de defender con ahínco a nuestra mejor amiga. Nos convertimos en abogados defensores de nuestras disparatadas ideas pero siempre, absolutamente siempre, el interlocutor estará equivocado.

El arte de asentir

Hay cierta gente que posee una habilidad especial denominada “escucha”. Dicha gente es capaz de sostener una conversación digna de una sesión psicoanalítica en la cual jamás se contrasta y su parte conversacional se remite a asentir o expresar del modo “aja, uhm, hujum, sí claro, exacto, correcto, cierto”.

Tengo la gracia de tener una mejor amiga perteneciente a dicho grupo, la cual me altera mucho a los diez “aja” porque me invade la sensación de que no tiene la más mínima idea de qué es lo que estoy diciendo. Lo curioso es que, no solo la tiene, sino que sus conversaciones son más elocuentes que las mías cuando me pregunta:

- ¿querés que caliente la empanada al horno o a la tostadora?

- Sí.

- Sí ¿¡qué!?

- Sí quiero.

- ¿al hoooooorno o a la tostadora?

- Ehm… eso, la tostadora.

O…

-¿Me traerías una silla?

- ¿Para qué?

- ¿¡PARA QUE VOY A QUERER UNA SILLA!?

Lo que demuestra que aquellos que vivimos íntimamente ligados a nuestros pensamientos internos, solemos perder el hilo y ramificarnos hasta ser dignos del Premio Nobel Down (por cierto, sin ofensas a aquellos con el síndrome), mientras que los asentidores suelen tener un contacto con la realidad digno de mención.

The bla bla bla type, irrevocablemente femenino

Las mujeres tienen esa deficiencia mental para pasar de un tema al otro sin que haya una más mínima interrelación. Como ya lo comenté, aquellos observadores de café tenemos la capacidad de poder notar las divergencias en las conversaciones. Curiosamente, un prototipo que responde a las féminas exclusivamente pero, mayoritariamente, a las rubias chetas, es el prototipo de conversación en el cual no solo no se escucha a la interlocutora sino que, además, son monólogos paralelos en los que ni siquiera se disiente, opone, contrasta, asiente.

Un ejemplo podría ser:

- Ayer compré un parche para el disfraz de elefante de Leo.

- Yo llevé a los chicos a ver a los elefantes al zoológico, no sabés el calor que hacía, aparte Jorge estaba insoportable con darles galletitas dulces a las jirafas y vino el jefe de seguridad a reprenderlo.

- Ay, hablando de calor… me tengo que comprar una malla.

- Yo tengo que retomar yoga, no me entran los pantalones talla 24, cada día estoy más gorda.

- Mi vecina de al lado adelgazó con Slim aunque le salió un ojo de la cara.

- ¡No sabés! A Josefina le salió conjuntivitis. El médico que la atiende es tan serio, tan profesional.

- Ufff, hablando de profesional, le subieron el puesto a mi compañera de trabajo y a mí que tengo más tiempo en la compañía me dejaron en ese puestucho que no me paga nada, igual me alcanza para pilates, buenos conjuntos de ropa interior y…

- ¡Me compré una planta de interior! Ahora tendría que contratar un jardinero…

Frases sin la más mínima relación de contenido teórico. Parecería como si ciertas mujeres tomaran una palabra de la frase y su perfectosistemanarcisistaconalarmadelaterta repentinamente dijera: YO YO YO y largara una extensa frase que, por supuesto, a la otra le será irrelevante y replicará con la misma metodología.

Con (ex)clusión

Existe, relativamente, una ley para que las conversaciones puedan darse. Dicha ley reside en NUNCA intentar conversar con tu mismo prototipo conversador.

Los hijos únicos no podemos asociarnos porque nuestra conversación sería una contradicción constante.

Aquellos asentidores no podrán conversar ya que sería una monotonía de acuerdos sin profundidad.

La feminoides disociadas no pueden conversar entre sí porque no hay ningún tipo de análisis de discurso.

Pero lo hacemos y ¡cuanto nos divertimos!

10.14.2007

Este título podría perfectamente estar firmado de mis besos

Miro la ambición de mis senos de tenerlo.

Husméo mi uña. Huele a cocaína. Flashaback de la líbido, blanca líbido, blanco polvo.

En lo blanca se entraña también un pesamiento de todo con perfume de tu sudor. Dudando que tus palabras sean ciertas, que toquen fría y cruelmente la realidad y desplomarme contra un pozo sin fondo acariciando, casi sin sexo, al aire que me traspasa y taja al medio.

Así y todo, masturbo fantasías.

Para callarlo.

Para decirlo y que me duela su decir.

Para ser honesta y no poder llorar luego.

Da igual. (¿Da igual?)

Pero debajo de todos los pensamientos, las partes de él o mis manos o sencillamente pensarte y ahí todo se llena de suaves aspiraciones de labios entreabiertos.

Solo queda tu estela. La misma que duele ahora.

10.13.2007

Delikatessen Nataliens

Desubrí, casualmente, un delicado y delicioso modo de consumir tostadas con queso untable: hecharle unos granitos de café encima.

Claro que cualquiera que me conozca un poco sabrá que es casual y que, por supuesto, derramé todo el café encima de mis tostadas.

Son las gracias de ser desmezuradamente torpe.

10.07.2007

Libre asociación de poliboludeces

Humeante té de dulce de leche y frutos rojos. Cada vez que me hago un té sufro.

O de repente oír la TV prendida en… ¿por qué TV va en mayúsculas? ¿alguien notó que TV se lee “Te ve”? A mi me paranoiquea. No es que sea el prototipo de mujer que anda paranoiqueando por ahí, de hecho, intento que al salir con escote a la calle mi mirada no recaiga en la mirada de aquellos con los que me cruzo, pues, como bien dijo un amigo, paranoiquearías mucho, querida.

Pero la TV tiene un bebé africano meciéndose frenéticamente en una cama hawaiana. Me asusto. O no. Me indigno. Pobre criatura. Nunca me puse a pensar, deliberadamente, si soy o no disgregadora. Por algún motivo los comportamientos ajenos, culturalmente hablando, me dan escozor. Comer hormigas por ejemplo. Comer ranas. Comer caracoles.

Cuando era niña coleccionaba caracoles. Contaba, como buena obsesivo-compulsiva, su cantidad todos los días. Cuando uno crecía, temía que fuera a devorarse a algunos de sus pares, ya que solía coleccionar aquellos que no crecidos. Lo eliminaba del terrario. Agregaba otro. Exactamente 36 caracoles debía haber siempre. O las hormigas. Cierto día leí que las hormigas no traspasaban las líneas de tiza (por eso se pita a los árboles con pintura blanca o algún menjunje de tiza, cal y agua.

José (pleintderien.blogspot.com) comentó una vez que en una prueba, algo así como “sociología”, preguntaron: ¿Qué harías si te encontrás con que una tribu africana pone a sus hijos en una caja para que los devoren las hormigas? Por eso, creo que no me gusta demasiado la policulturalidad. Es decir, en realidad no me molestan las culturas, cosa que me apasiona, sino más bien las religiones. De todas maneras no sé distinguir si esa pregunta de sociología la soñé o sucedió.

Estoy teniendo un grave problema de disgregación de los sueños con la realidad. No me acuerdo qué demonios soñé y qué demonios viví, aunque tengo la seguridad de estar soñando demasiado con paredes celestes y peces muertos.

El celeste es un color que no me gusta, aunque creo que tendrá que ver con un instinto maternal de querer tener un hijo algún día. Aunque va a ser hija, eso de seguro, y se llamará Selina, eso de seguro. Selina es color celeste. ¿Nunca relacionaron un color con un nombre? Por ejemplo, Natalia es color marrón. Terracota. Mi hija se llamaría “Ayla Selina”… todo en azul, igual que mis sueños o igual que cuando la sueño (y tiene ojos claros).

Hablando de hijas, mi profesora de Alemán quiere que aprenda a pronunciar “Ich”. Dice que hablo Alemán como si estuviera en un campo de concentración dando la orden de asesinar a alguien. “No es IJJJJJJJJJJ! Es iiiiiij, como en hijito”. Supongo que tendrá algo que ver con el tono de voz con el que se expresan en mi familia: Juntá, hacé, decí, vení… nunca condicionales, nunca “juntarías, harías, dirías, podrías, vendrías”.

A veces me siento, más o menos, así, en un campo de concentración. Mi refugio son los libros, y mi catársis la libre asociación…

Ese orgasmo que tengo cuando empiezo a escribir sobre un té de dulce de leche y termino en cualquiera.

¡Aaaaaah la liberté!

Gynura Aurantiaca

Este año me agarró la obsesión con un wishlist de Merry Verry Birthday... vivo.

Ya pedí:
* Una planta.
* Un Betta Splenders.
* Un trío.

Como la gran duda residía en si iba a lograr que el pez no se muera a los tres días (recordando el fatal final de mi último Betta azul, Zefiro, muerto en aguas con cloro por culpa de Mabel), decidí comprarme, nuevamente, la planta de mis sueños. Si sobrevive hasta Diciembre, significa que soy lo suficientemente adulta y responsable como para no asesinar a un pez.

Resulta que la plantita en cuestión posée pelaje violáceo (púrpura, si nos ponemos exquisites) y decidí ponerle "Eva", debido al riesgo de que la repetición del nombre de su antecesora (Anastasia, por lo que esta sería Anastasia II) le heredara el mismo trágico final: Morir de sed luego de dos semanas sin nutrientes ni sol.

Helo aquí, un espécimen de la misma:

Este título podría perfectamente no estar.

Me despierto 12.02 pm.

Suena el teléfono 12.03 pm. Gracias, ya que sino me habría agarrado un crisis nerviosa por oír el timbre Kitsch que tiene (ahora todo lo que sea inalámbrico trae una parafernalia de porquerías sonidísticas semejante a la "Marcha" en su época... solo que con un curioso aire de música clásica de reviente).

Mi abuela me quema la cabeza hablando del noticiero de la mañana, la lluvia del jueves pasado, la osteóloga (qué, para colmo, pone una espantosa música zen mientras te dan ganas de amasijarla porque te está corriendo la primera clavícula de la columna vertebral, y la música zen irrita tanto más que el dolor), el robo del vecino, los churrascos con ensalada, el INDEC, las notas escolares de mi prima, el viaje de mi tía a -NO TE ESCUCHE A DONDE PORQUE NO ME INTERESA-, el esguince de muñeca que tuvo cuando tenía 32 años... y si quiero ir a comer.

Me duele la cabeza, ya no sé muy bien si por el trip autonírico que tuve por la noche o por la voz de mi abuela hablando una cantidad de sandeces en 12 minutos dignas de un ataque delirante esquizofrénico.

Soñar con un departamento propio, la gata blanca, el perro negro, la Grynua, el rosal, los peces que comenzaron a metamofosear en peces muertos recubiertos de cascarillas doradas y sin alas... Uhm. Curioso. La segunda vez que sueño con peces muertos. ¿Significará algo?

Supermercado. Abuela y tía. Madre all day long at home.

Me tomo 500 mg de Amox.

Me fumo un pucho.

Decido que hoy va a ser uno de esos días en los que sería mejor estar casada y poder decir: mi amor, me duele la cabeza, hoy no.

10.03.2007

"Boobs and Isis" (no son piernas...)


La gata alzada, mirándome fijo... los gemidos nuestros y la gata que maulla y solo maulla al unísino siguiendo el ritmo: el celo de ella, el éxtasis nuestro.


10.02.2007

The Nathalie's Acid Way

Ludmila: Te quiero, Natu.

Yo: Sí, ya sé.

10.01.2007

Paranoia. Pero sabélo.

Alguien pasó más de 30 minutos revisando mi blog. Banfield.

Uhm. Curioso.

Hago un gran esfuerzo mental (debido a que normalmente no recuerdo nada del día anterior porque se entremezcla, ebria, la oniria con la realidad, la noche con el día resplandeciente, mis ojos con la voz por el teléfono, la memoria de una madre abriendo la puerta y...

(no cierro paréntesis)

una madre que estuvo en Banfield a las 23 horas. Porque casi seguro que si. Creo. Pienso. Exhalo. Inhalo bien fuerte pero la taquicardia pero Banfield pero ella pero entonces pero qué, ¿será? sí: probablemente.

Nadie debería de poder hacer nada en Banfield cómo revisar mi blog neuróticamente.

Sandro. Viejas que revoléan bombachas.

Aroma a mi hombre (Julio, que es mi Julio que lo habría sido porque Banfield y yo y él y la pipa y ¿qué gustaría llevar? sonriendo y diciéndome que escribe y yo que escribo y entonces...

(no cierro paréntesis)

... y entonces supongo que es así: cruel realidad. Ella entró y leyó y sabe y qué decirle.

Porque para esta altura que lea y que sepa.

Da lo mismo o no da nada (porque de dar, de preguntarle a las madres u omitirlas... porque podría irme definitivamente, podría ocultarme en un antro en lugando, en un boliche tanguero en San Telmo de tacones y zapatos de charol y el celular sonando y...

(no cierro paréntesis)

y ¿dónde estás?

Y no responder nunca más. Desaparecer de su vida e hija nunca más y mi nombre en el aroma a jazmines de mi casa (pero el jazmín se secó y ahora sí cierro paréntesis).

Daría más o menos lo mismo ser honesta o no serlo. Que sepa quién soy pero particularmente quién no soy. Quién no soy es:

No soy tuya.

Porque sábado y embriagadísima: sabelo.

Porque sábado y vodka con risperidona y valium: sabelo.

Porque salir con esa mujer negra azulácea a la que clave mis sádicas uñas en un baño en el dorado y los gemidos y mirá: qué linda la nena, haciendo entrar en éxtasis a una mujer e impregnándose de perfume de perversiones y rosas muertas y la sangre, porque también eso, porque también cortarse y también lamer la sangre que sabe dulce (mi sangre es dulce y cierro paréntesis) y también eso: que no soy tuya.

Volví a casa sin entender nada. La puerta triple (más de 5 minutos para encastrar la condenada llave en el agujero de entrada, la entrada que podría ser la entrada a éxtasis-mujer-paredes vaginales-uñas rojas: esmalte sobre el ácido precioso jugo de flor abierta de mujer.

También, sabelo.

¡Horror! ¡Horror! mirala a la nena.

Así, nena a las 4 am, muñequita penetrando un día y otro y cama rota y Yara and the sex, and the drugs... And the complications.

Nena metiéndose en problemas siempre.

A veces cocaína, a veces alcohol (es así la escritura, no es por nada, depende de resacas y cosas varias que no te enterás pero leelo si querés y si me muero da lo mismo, es mi vida... porque me gustaría...

(no cierro paréntesis)

... escribir esa novela mórbida de hombres deformados: vida-deformada, alma-deformada, fonemas, aformismos, letras, nombres o uno solo (el mío) o selena penetrada y lésbico aroma de perra quebrada al medio y el horror de tanta parafernalia sado.

Algo así. Precisamente un algo como para que después digas (puta hipócrita) que soy una nena dulce.

¿U want me to sing?

Acá la ironía pura de papél no crepé:

Da la media vuelta, toca el cascabel, mirenmé señores comiendo pas-tel.

O torta.

Me caigo, me caigo, me vuelvo a caer, si no me levantan me levantaré.

Y aprendí a levantarme por todo ese llanto y tus estúpidas caricias y vos que ahora, exactamente tan exacto como ahora, que sabés bien que no cambió nada, que sabés bien que las sustancias en sangre y sabés mal que todo el sexo y la promiscuidad y el labial rojo y el sobrerimmel y la seducción y el dolor y quebrar y matar

(pero morir)

¡Qué lo sabés bien!

Venís para leer.

Bueno, lee esto:

Carne masacrada, frita, carcomida, putrefacta, coagulada, destrozada, condensada y envoltorio fucking perfecto: a un costado: casi muerto.

Nena dulce cantando sonetos de tu piel abrasada por el espacio y el silencio del fuego, tatuando los sonidos, revolviendo el recelo de tus entrañas con mi nombre: por mi sangre: por tus muertos.

Por él sonriendo o las lágrimas del sexo. Quizás cuerpo desgarrado, la cintura y presión de dedos. O tus costillas rotas. O el mundo en que me quedo: cuando ya no estén los sonidos de tus sucios gemidos grotescos.

Para saber que exactamente ahí morirá el universo: cuando mis cadenas corroan la sangre de mis venas cercenadas por el nombre de mis sueños.

(... así de dulce soy.).

9.30.2007

Vegetarian Strikes Back.

Ayer le digo a un viejo conocido surrealista (de neo vanguardia-nihilista): pensar que aquellos lugares que nuclean a los animales como un mero producto comercial que nace y muere para hacer dinero son exactamente campos de concentración nazi de vida animal.

Y me dice una nena (tan bonita): callate, vegana.

Replico: ya no lo soy, tuve que empezar a comer carne...

Me dice el viejo vanguardista: entonces la estructura de tu discurso es una falacia.

Ahora imagino mi tapa de nalga con ojos y rumiando.

Está mechada, igual que mis ideales.

Me como el relleno de espinacas con zanahoria y morrón.

Tiro la carne a la basura.

Decido que tengo que ser fiel a mis creencias.

9.22.2007

Ahora no te voto nada. ¡Forra!

Luego de ver ese cochino carro con luces de neón fluorescentes color naranja y esa cumbia de fondo con el cartel "Cristina, Sciolli, Quindimil" decidí que no merece mi voto.

La política es también una cuestión estética.

Y soy exigente.

9.16.2007

Los, Sumamente, Detesto.

Ayer, día de p_ _ _ _ _ _ _ _ _ (palabra de 10 letras que expresa el efecto de la... algo relacionado con "clavícula púrupra"... x code talking), deduje, entre delirios de grandeza, que quiero comenzar un proyecto de ley.

El flash fue el siguiente: me encontré con una amiga militante del PO que contaba que se juntaban de diferentes partidos (tanto de izquierda como de derecha) y hacían un gran debate (léase: se agarraban de los pelos con la gente religiosa) respecto de qué postura presentarán los distintos diputados representantes de cada partido acerca de diversos temas. Este año, el núcleo giraba en torno al aborto presentando un proyecto de ley de educación sexual, repartición de anticonceptivos (bueno, ya existe la repartición de anticonceptivos, de hecho me he divertido mucho en mi vida quejándome con esa gente de que no repartían “preservativos para lesbianas”… ¡pero valen 10 pesos! ¿pero cómo me cuido del hiv?... siendo que cualquiera que me conozca sabe que yo no pongo mi lengua sobre el plástico. Norma interna.) y educación sexual.

Bien. Yo quenoentiendíanada (digamos… “presentamos un proyecto de ley y nos reunimos, consta de 4 días seguidos la jornada en el que se debate el núcleo central y el problema es el transporte” y yo: ¿lo qué? ¿jornada de transporte de qué? ¿trasporte no suena muy europeo? ¿qué es lo trans? ¿el porte de qué, acaso estamos en una feria canina de caniches toy? ¿los núcleos no son siempre centrales? Si hablan de núcleo, entonces hay periferia, ¿cuál es la periferia del proyecto de ley? Para. ¿la periferia de Córdoba no es Buenos Aires? Peri feriaaa peri feria, la feria de pera, ¿lo qué? ¿que el transporte a dónde? ¿al senado? ¿el senado queda en Córdoba? ¡Yo juro que ví al senado en Buenos Aires! Espera a a a a que no sigo el hilo de la conversación… “trasporte a córdoba”… ¿por qué hablamos de transporte a Córdoba? ¿Nos vamos a Córdoba? Interrelacionar: córdoba ¿dónde queda? Transporte ¿cómo mierda se llega a Córdoba? ¿Qué carajo hacen los senadores en Córdoba? Senado ¿qué mierda se hace en un senado? Senado, cenado, cenar… meperdílaputamadre… para, me siguen hablando, ¿de qué carajo me estan hablando? Voy a decir boludeces! Voy a decir boludeces!)... vociferaba cosas cómo “Aja, claro, en realidad…” y colgaba luego de pensar que yo pienso que en realidad debería de acordarme de qué demonios me hablaban para opinar y la conversación ya venció el tópico. Algo así.

Pero me quedó en limpio el concepto de “proyecto de ley”. Me puse a pensar dos cosas:
1) Ganaríamos muchísimo dinero con un bar denominado “Prohibido no fumar” (nada que ver con el proyecto de ley, pero es un lúcido proyecto comercial que escandalizaría a más de uno…).
2) En algún momento, en el viaje de vuelta en el 112, fui víctima –otra PUTA vez- de los giles infradotados que *ojaláqueelpoxirranlescorroaloscuartostraseros* que escuchan ese híbrido nauseabundo oligofrénico de “Hip hop cumbiero”. Esta gente, en líneas generales, lleva pantalones anchos, cochinos grasas collares de cadena de simil-plata (alguna maleación neurótica de acero con pintura gris), viseras, y el pelo meticulosamente corto a los costados (¿type skinhead?). Y claro, los señores (pedazo de inadaptado social! Puta del sistema! Rapero del culo!) llevan alguna radio a todo volumen y hacen que todo el colectivo rompa sus tímpanos escuchando su atrofiante música (juro que si tengo impulsos homicidas incontrolables voy a alegar que esos imberbes tienen la culpa). Entonces pensé, ¿por qué no presentar un proyecto de ley que prohíba a la gente escuchar música a todo volumen en los colectivos?

Porque, seriamente, veo que esto podría ser el comienzo de una caótica costumbre grasa: envenenarnos con su miseria cultural.

9.13.2007

Goran Brégovic y Kayah - Prawy do lewego



Esto, junto a unos buenos tragos de smirnoff, es lo que garantizaría lo que yo demonino "Wiiii this is fun!"

Deutscher Traum

Pensar en inglés no es el único rasgo freak que ostento, dado que ahora podemos adherir el "soñar en Alemán".

La trama del cuento no es lo curioso en cuestión, sino el hecho de que la palabra usada fuera exacta... siendo que la desconocía.

Uno de mis tantos sueños con subtes, en los que la tecnología rebasa la propia (podría ser un japón del año 2070), donde cada butaca del vagón tiene un sistema personal para pedir deseos. Entonces, cada persona configura aquello que desea, y todo el viaje consta de ir sorteando distintas pruebas que ameriten el cumplimiento del deseo.

Una pasajera de un subte, meticulosamente celeste (un tono casi tan turquesa como para quemar la retina), me empuja e insulta. Entonces, configuro numéricamente 4_9447_86_733_437_3323 (I wish to see her dead) y el tren empieza a andar frenéticamente estación por estación, la gente debe saltar, el sueño a mil kilómetros por hora, las rayas de la velocidad, la estación final:

verzählen

Llegando a la estación me incorporo y en el mismo sueño me pregunto qué querrá decir. El rostro de la señora comienza a ponerse azulado, y el cartel de "verzählen" comienza a titilar entre la palabra y un cronómetro en reversa: 5... verzählen... 4... ver... 3... ver... 2... ver... 1... se apaga, del mismo modo por el que se apaga la vida de la dama.

Ahora bien, lo curioso es que al despertarme (olvidando, claro, las diéresis) busco la palabra en cuestión en google... y resulta ser lo que en inglés se conoce como "miscount" o "descontar", algo bastante ceñido a la idea de un cronómetro en reversa.

9.11.2007

De caschibache (léase cashibaje) intelectual.

En la Universidad de Buenos Aires tienen la tendencia establecida de mandar a leer a Sarlo.

La señorita Beatriz parece gananrse la vida llenando nuestros ojos de ganzadas e ininterminables páginas escribiendo cosas que, realmente, no dejan nada en limpio, o dejan en limpio una obviedad tan grande que hasta dolería que fuera respuesta de parcial.

Lo curioso es que entré en contacto con Sarlo por otro medios, es decir, mi empleo, en el que debo tipear artículos periodísticos de tanto en tanto.

Ser periodista es algo que, honestamente, me haría tener orgasmos múltiples. Sueño con poder escribir sobre temas complejos, agudizando los conflictos, diluyendo aquello que la convención hace parte del asunto para descubrir verdades bajo la manta. Quiero ser periodista.

Ser periodista debería, al menos, llevar un trabajo árduo, no solo de investigación sino de relectura sobre lo dicho, autocomprensión sobre el escrito, corrección y re-corrección de lo ininteligible. Sabido es, ser periodista implica una cortesía para con el público lector: nutrir, esclarecer, respetar.

Pero, ¿cómo respetar aquello que, al parecer, no lleva siguiera un trabajo de relectura para establecer la correcta legibilidad del texto?

Palabras como:

microescena (en "La microescena desborda de reticencias" ¿alguien me explica qué es lo que hace que una escena sea "micro"?)
deceptivo (juro que ni la rae tiene idea de qué demonios sea "deceptivo")
tematizada ("la temática es" o "el tema corresponde a" o "ha sido proyectado cómo diferencia lingüistica y social" pero "tematizada como diferencia lingüística y social" suena a, como diría mi profesora dw Corrección, cocoliche)
experiencial (ahora resulta que son "mezclas experienciales", no una experiencia de mezclas ni algo que se dilucide por oposición con otras palabras. No, señor, no, señora... la cosa es "experiencial" que puede ser, digamos, algo salido de The X Files)
pasatistas (esa la sé! esa la sé! es lo que pasa... zuuuum)
nostalgiosas (no, claro, nostálgicas no es de uso común, miráaaaa si la mina iba a saber tamaño uso correcto del vocabulario)

Y sigue... cosas como la "inevitabilidad" en vez de "lo inevitable de" o conjunciones de palabras como "tardomodernistas" en vez de "modernistas tardíos"

Es que claro, me olvidaba que Deutsch y Spanisch eran más o menos lo mismo y, por supuesto, acá no quedás como aparatosa freak si hacés palabras conjugadas a la alemana, acá quedás como intelectual de primer nivel.

9.09.2007

(C)ex(Xx)

Cuando abrí el MSN desde mi hogar descubrí, asombrosamente, que la señorita C había adherido mi cuenta a una de sus nuevas adquisiciones (una de sus, digamos, más de 13 cuentas de mail).

Bien. Muy bien.

Esperé a que se conecte, aún en conocimiento de que la dama ama ostentar su misantropía: se nota que está conectada porque cambia la marca de su mail, aún así es harto evidente que lo hace en invisible mode.

Lo curioso es que comencé a extrañarla. Es evidente que las etapas relacionales entre mujeres hacen una curva oscilante.

Comenzando por la primer fase: el pico ascendente, the perfect temptation. La mujer rápidamente hace una camaleónica metamorfosis para con la otra mujer. Todo comienza por charlas de Internet que se estiran hasta las 5 o 6 de la mañana, compartir todos y cada uno de los clichés estéticos, leer los mismos libros, cortejar con rosas rojas, mirarse embelesadas los labios, tomar discretamente las manos, ir al baño a fotografiar los escotes prominentes, arrastrar a la compañera a alcoholizarse cada sábado para coquetear histéricamente y luego reprimirse compungida por las actitudes libertinas para, días luego, confesar a la propia madre que se tiene novia (sin haber aclarado antes a la teórica novia que la relación tenía dicho rótulo)

Más luego se da la segunda fase: estabilidad desestabilizada, me callo el imperativo. Nuestros compañeritos poseedores de ese instrumento inmundo denominado coloquialmente “pija” (yo prefiero el anticuado término pene) salen a la luz en el relato. Viene el planteo pertinente: me gustan demasiado los hombres. Viene la pertinente sangre hirviendo a temperaturas incomensurables, la mirada feroz, los ojos inyectados, los dientes clavados mandibuleando cuál éxtasis en su pico (+T6) y el cinismo hipócrita: “Ay, mi amor, pero yo quiero que seas feliz, si querés hacemos un trío, si querés tenés la libertad de salir con quien quieras, mi única intención es la garantía de ser tu amada”.

Cerrando con la tercera fase: la recaída, woman third world war. Nuestra esposa ficticia, esa que nos agobió durante noches enteras con sus depresiones y penurias, esa que intentamos educar en la ilusión utópica de que algún día sea nuestra compañera perfecta, esa que elegimos para envejecer y poder tocar sus canos cabellos y besar sus suaves labios el día del propio lecho de muerte… esa, la elegida, la perfecta, viene con su fatal anuncio: ayer me acosté con… Argh. Ok. Dale. Sí. Otro tema. Pero ella no hace más que replicar, dolorosamente, que tuvo orgasmos múltiples. El pene con patas en cuestión, entra a su página web a dejar mensajes eróticos, comienzan a tener códigos: empiezan a hervir los celos. Empezamos a criticar absolutamente todo y juramos –por la propia sangre de nuestras venas- que no hablaremos nunca más con la otra persona. Nos ponemos lacónicas. Serias. Nos enojamos. Somos cínicas, cortantes. Degradamos a la otra, la imbécil, la forra esquizoide que no sabe mantener una relación racional porque no tiene la capacidad de pensar con algo más interesante que la temperatura de su clítoris.

¡Forra! ¡Forra!

Pero por supuesto, luego desaparece todo contacto hasta que un día, sorpresivamente, la dama en cuestión nos adhiere.

Y nos encontramos, consternadas, ansiando que se conecte… extrañando sus letras… imaginando su mirada… inmortalizándola en letras.

9.08.2007

Sábado al alba...

... nada mejor que una pelirroja con su falda al viento para que los edificios grisáceos desnudos comiencen a emanar silbidos de urbana indecencia.

¡Cómo amo Buenos Aires!

9.07.2007

Mi abuela se casó a siete colores.

No sé si lo comenté alguna vez, pero mi abuela tan "políticamente correcta", sensatamente imbécil al denigrarse como mujer rebajándose a limpiarle el culo a su marido y hacer más de cinco comidas caseras por día, sin ningún tipo de progreso intelectual ni adelanto social, fue revolucionaria en su época.

Por empezar, iba a la iglesia de fuccia y con escote V.

La siguiente revolución fue cuando, por aquellos años locos (qué históricamente serían los 20, pero yo me refiero a una locura mucho más psicótica, impregnada en la entremezcla de guerras y revoluciones sociales, neurósis por doquier, transformación de los roles: 1940) de mi abuela, fue cuando se subió a una motocicleta digna de Tracy vestida con campera de cuero, pantalones chupinados y botas texanas, los cabellos dorados y el labial rojo, y anduvo por motocicleta por toda la ciudad.

Me he enterado también que la mujer gustaba de nadar desnuda (sin entrar en detalles, también gustaba de andar desnuda, pasé toda mi infancia avergonzada cuando salía en ropa interior a abrir la puerta, a la vista de todo traseúnte que anduviese por la vereda).

Pero lo verdaderamente incorrecto fue su vestido de bodas. Se hizo una pollera a 7 capas de tul, amarilla, roja, verde, fucsia, violeta, azul y celeste. Para colmo, por encima de la rodilla (¡terror con piernas!).

Cintura de avispa (ganándole a mis ex 64 centímetros), senos de 98, cabellos dorados... y todo un grito terror para la moda.


9.02.2007

Sueño vegetariano

Considerando una de esas cosas extremas, soñar con la libertad animal, cómo cuando en cada bocado de carne muerta, mi tráquea regurgita el pecado, el inodoro reclama la carne masacrada (carcomida), y mi asco avecina el dolor de la repulsiva imagen de súplica de la inocente carne, aquella que desconoce la tortura excepto cuando la liquidan en golpe seco de hacha.


Tengo, aproximadamente, 3 sueños por noche.

Uno de los más recurrentes, probablemente el más armagedónico, es el de una feria en Boedo, con distintos desenlaces. Es un sueño en tonos azules, blancos y negros. Comienzo caminando por el trayecto del puente, ya sin automóviles, llegando a su finalización en la que hay una gran feria, que en realidad es una especie de “Freak Show” al costado de una ruta (ya desentendiéndonos de Boedo). A su vez, en la feria hay una montaña rusa de agua en la que la gente viaja por galerías y cae a los costados, en un abismo de más de 10 metros dónde hay un mar que rompe contra la piedra y los cadáveres estallan, y es azaroso el caer o no, o más bien depende de una cuestión ética: la montaña rusa juzga el destino. Una vez sorteado, se designa a la persona a llevar el cuerpo de alguno de sus compañeros muertos, que luego de reventados contra las piedras pasan a una canaleta y quedan en un depósito, a una gran torre de cuerpos masacrados que funciona a modo de “escultura gigante” en la parte central de la feria. Además, tiene aires de telo, luces rojas y corazones humanos colgantes decorando toda el área. Luego, hay clásicas calesitas que llegada cierta hora desprenden sus caballos de la misma, y trotan hasta el acantilado y caen. Motivo por el cual, llegada la hora, suena una gran campana y la gente debe huir.

¿Dónde huyen?

La salida de ese freak show, en el que cantidades de enanos deformes y mujeres rasuradas mostrando su clítoris “animan” la feria, es volver al mundo real, a Boedo, sólo que ya no es Boedo. Ahora se convirtió en una ciudad rodeada de agua negruzca manchada con petróleo y alquitrán, en la que hay innumerables carreteras (que, en realidad, forman parte de las autopistas) que entrecruzan esta agua, y pequeñas zonas costeras en las que se pueden tomar barcos para ir a los puertos, lugares peligrosos debido a las violaciones, pero que constituyen paso obligado para los nuevos hogares.

Cuando surge la feria, el mundo crea una metamorfosis. La feria es, a modo simbólico, el armagedón en el que las almas son seleccionadas. Probablemente, el acantilado sea un camino al único cielo que yo reconozco: la verdadera muerte. En cambio, quienes sobreviven a la feria son aquellos que vuelven a la vida, sólo que esta vez la vida es un verdadero infierno pesquero. Entonces, nosotros debemos ir a la reconstrucción que hemos logrado de la vida misma: pequeñas casas de tela blanca que flotan sobre el mar, en el que el caminar se hace difícil y todo comienza a hundirse progresivamente.

Los ocre

El mundo ocre está aislado del mundo azul. Es un limbo, en el que las casas limitan con canales de agua dónde flotan cuerpos y diarios antiguos, en los que ya no existe el tiempo ni la comunicación, ni la TV ni la Internet ni los cafés. Tan sólo vivir relegado a ese cuadrado de tela flotando por encima del mar, limitando con otras casillas en las que se ven los espectros a través de la luz amarilla que refleja sus negros cuerpos sobre la blanca tela. Cada casa tiene su finalidad: estabilizarla. Para ello, hay un nivel de normalidad medido en agua y éter. El éter no es transparente cómo se creía, sino que fluctúa sus colores a razón de las emociones mismas de mi persona dormida. Todo venía maravillosamente bien, el agua acumulada en 10 centímetros ahogando mis pies, el éter ocre, el paradisíaco silencio… mis tres Betta Splenders azules, mi gata blanca ronroneando en mis tobillos, chapoteando en el agua.

Claro que la resolución del conflicto fue caótica cuando el aroma a pescado frito y carne asada comenzó a penetrar mi cocina: en una casa contigua, algún imbécil cocinaba carnes, pero la realidad es que absorbía la vida de mis mascotas que comenzaban a tornar sus escamas azuladas en grisáceo, a maullar lastimeramente, a hiperventilar su cuerpo y poner expresiones faciales personificadamente trágicas.

El éter empezó a tornarse rojizo, mientras mi ira aumentaba convirtiendo el aire en veneno, inundando toda la ciudad de agua ácida, oyendo los últimos quejidos de los habitantes, tomando aquellos peces en mis manos y llorando su propia sangre.

El cuerpo de la gata flotando en el agua, el último maullido flotando en mi mente... el agua se ha hecho vómito.

8.31.2007

¡Ay! ¡Soy tan feliz!

Internet me revitaliza cual orgía de 17 horas.

Descubrí que lo mejor de la vida, además de atar a una mujer virgen de 14 años a la cama y ponerle crema chantilly por todo el recorrido que va desde las cumbres hasta la flor (qué poético puede ser el bondage, ¿no?), es tener acceso a la información.

A veces me resulta preocupante, lo comentaba el otro día con A, que la gente se nutra de la información televisiva. Mejor dicho, me preocupa la malnutrición televisiva, en la cuál en 8 horas de alinarse frente a una caja no se saca nada en limpio.

Probablemente esa es la sacrosanta bondad de la internet, es el modo más didáctico de estudio.

Mientras que leemos incorporamos información a nuestro sistema, también semejante a un HD, particularmente en presencia de datos. Tiene la doble función de la ociosidad.

Insisto en no poder concebir que una persona no sea lectora. Para mí es una función humana básica, exactamente idéntica (y diacrónica) a ir al baño. Muestra de esto es tener biblioteca pero con una buena parte de los libros acumulados en el baño, para leer por decimosexta vez "Un lugar llamado Kindenberg" o estudiar el manual sobre materialismo histórico.

Pero internet tiene una excepción: nutrirnos en la inmediatez.

Distanciándose ya de los libros, permite que la idea, o mejor dicho, la duda, sea inmediatamente satisfecha. Esto a su vez hace un continum en la carburación, análogo a presenciar una clase universitaria en la que el cerebro se activa y un tema deriva en otro y las dudas marchan a 160 por el carril de la conquista de la verdad.

Internet tiene esa fantástica acepción de ser la perfecta equivalencia a Dios. De hecho, yo le rezo.

"Google nuestro que estás en la red. Santificada sea tu empresa. Venga a nosotros tu información. Hagasé tu conocimiento, así en la red como en el cerebro. Danos hoy nuestra respuesta de cada día. Perdona nuestras ignorancias, así cómo nosotros perdonamos a quienes no te utilizan. No nos dejes caer en la alienación televisiva. Más libranos de toda obscuridad intelectual.

Santo blogger, motivo de vida. Ruega por nosotros escritores, ahora y en la hora de la muerte de las letras.

Así sea."

Y me voy canturrando: heaveeeeeeeen, I'm in heaveeeeen...