Breathe

Breathe
Nunca ha habido nada, pero todo lo que hay es mío.

6.09.2007

Noche imprecisa de precisarte.

Hoy tu regazo tan oculto. O tus palabras. O tu boca deseando la alcoba. O eras vos o era él.


Era más bien él, supongo.


¿Así que por fin hay problemas?


O el problema sos vos y tu supuesta ética indefinida. No importa, bonita, no importa. Solamente mirame mientras te acaricio.


No importa porque vos deberías de saber, desde luego, que solo soy tu maniquí.


Bonita, fehacientemente ajena.


Eso es bello, ¿no? Qué yo sea ajena, quizás, sí quizás es lo que quisieras pero quizás es precisamente lo que no. Y lo sé, querida, pero está él en mis pensamientos y lo sabrías y lo sabrás si querés que salga de mi boca algo semejante a una auja estacada adentro.


¿Para qué decírtelo?


Para ver como mi muñequita baja la mirada, para acariciar tus cabellos y sonreír casi cruelmente pero con un halo de comprensión mientras niego con mi rostro.


Si pudiera decirte otra cosa lo diría, preciosa, pero de mi boca no saldría más que el amargo trago venenoso de la honestidad. ¿Sabés? soy así, mi sabor es ácido cuando no agridulce. Dulce de a momentos y el tiempo lo torna agrio, insálubre, intragable y ajeno. Sí, porque sí sabés que soy ajena, si sabés que te tengo y sos preciosa y querés tenerme pero los maniquís somos solo de nuestro humo en mente.


Y el humo es de él.


Perdón o no me perdones o mejor no quieras hacerlo o mejor nos callamos ambas y solo disfrutamos la mordida en el labio, la lengua palpando la carne tersa de la boca, el momento ese y disfrutarlo y solo congelarlo y solo reír y tus ojos que hoy estaban tristes.

Ya sé, ya sé, ¿qué querés que te diga tesoro? Si volví a hablar con él...


No.


Lo volví a pensar a la mañana, en ese habano primero, en mi mano sobre mi cabello, en mis dedos sobre tu rostro, en el tema de The Cure que escuché durante todo el día, en el sol no radiante pero irradiaba yo necesidad de sus palabras que no están.


Ojalá estuviera y sí, disculpá, lo extraño, lo pienso.


Es él y no vos mi mente y mi voz.


Pero ya te dije, las cosas son así, podés tener mi espejo.


¿Qué no sería suficiente?


¿Vos creés que es suficiente para mí?


Suficiente es una palabra que no entra en mi Real Diccionario. Nada basta. Tampoco este texto.

Pero basta por un segundo un mail de él, pero basta por un segundo una pitada, pero basta, basta de tu miradita perdida.

No te respondo.


O te respondo que no lo pensé.


Una mentira, ¿eso viene bien?


No, mi amor, el silencio es mejor aliado.


(i just wanna look at you)

Retrail del reloj de tu ausencia (+tu)

Tiempo, muerte, silenciosas y profusas esferas del silencio sobresilenciado.

Otra vez ronda vida.

Sonido gestáltico al sonido acallado por otra voz.

(Apuros apagados)

Desconocidos: uno tras otro camino y caminar andante.

Susurro de un extraño y mareo del primer habano.

Escritos perdidos en pérfido o ahumados colores.

Así, muerte de la mañana: la luna y giros intentando resucitar intentos de besos.
Así, palabra encontrada. Cuando te ví y cuentos que observo tus pupilas dilatadas por el placer.

Esta palabra dilatada post-dedos sobre mi gemir de mente en vos (también mañana, también habano, también comunicación coagulada en sangre)

Otro encuentro mañana y mi mente en voz. Voz que dice: no importa, es otra pero gimo tu nombre de inombrables gritos de tenerte y giros sobre encuentros de agobiar sexo para tener tu sed noviembre.

Asfixia supra terrenal y no me olvides escondidos en encontrados recuerdos en cada caricia, codicia de tu nombre.

Escondida, sí, en paraqués y murmullo descuidado de saberte lejanías de dedos y deseos de desearte en calendario desnudo, deshojándote suavemente.

Perra sedienta, sed de noviembre, sed de te beberé.

Habano de a poco consumido, en labios y guardado el final para firmalo con tu nombre y apellido.

Caballero, me honra esta pitada.