Breathe

Breathe
Nunca ha habido nada, pero todo lo que hay es mío.

5.20.2007

Edith Piaf - Je ne regrette rien

Canción de aquellas que en mi adolescencia logró tocarme el alma, aún sin comprender la letra y ahora esboza un significado más concreto.

Non ! Rien de rien
Non ! Je ne regrette rien
Ni le bien qu'on m'a fait
Ni le mal tout ça m'est bien égal

!Non ! Rien de rien
Non ! Je ne regrette rien
C'est payé, balayé, oublié
Je me fous du passé !

Avec mes souvenirs
J'ai allumé le feu
Mes chagrins, mes plaisirs
Je n'ai plus besoin d'eux !

Balayées les amours
Et tous leurs trémolos
Balayés pour toujours
Je repars à zéro

Non ! Rien de rien
Non ! Je ne regrette rien
Ni le bien, qu'on m'a fait
Ni le mal, tout ça m'est bien égal !

Non ! Rien de rien
Non ! Je ne regrette rien
Car ma vie, car mes joies
Aujourd'hui, ça commence avec toi!

(no object) Subject unknown

Plantearme la libertad implica un bello discurso: no sentirme libre.
Sentirme limitaza roza, sutilmente, una muestra de humanidad siendo que implica un planteo. Si uno es libre de elección, la desición es un facilísmo de la libertad. En cambio, la sensación de falta de libertad impone esa lujosa opción por los límites, recrando una libertad aún más fuerte, la libertad de elegir fuertemente no ser tan libre, la desición dificil.
Me hace humana el deseo de sentirme limitada por el corazón más que por la razón. La razón tiende a ser facilmente confiable, mientras que el corazón nos plantea cosas más profundas de las que la razón elude reflexionar. Por ejemplo, el deseo de ser poseída.
¿Donde está la racionalidad si puedo ser libre e, inconcientemente, el "cordis" me impone optar por una opción de límites?
De algún modo, responde a la frase: "el corazón responde a causas que la razón no entiende"
Volver a algo esencial, un plano suceptible de la duda y, de algún modo, la vulnerabilidad.
Bien sabido es, soy de esa clase de mujeres que prefieren mantener (más no pueden) un halo de rigidez e imagen de seguridad. Ahora, quebrada esa seguridad por la duda de que los sentimientos debieren corresponder a los actos.
Es allí donde la razón me abandona, dominada por la sensibilidad de diferenciar dos sensaciones distintas y querer optar por una. Optar dificilmente, optar por esa una que me satisface más pero me aleja de la elección primitiva, que sería la libertad pura, porque me impone no ser tan libre de elegir, sentirme restringida por, querer sentirme restringida por.
La pregunta: ¿Y si yo siento que lo que hago no se corresponde? ¿Por qué siento algo donde no lo hay?
Porque el haber, en ocasiones, juega con el creer, con el conjeturar.
Desde la conjetura yo plantéo una falta de certeza. Aunque más no sea mínima, da un espacio a la inseguridad.
¿Y si en realidad el sentimiento de límites viene de la percepción de que cabrían ser impuestos por mi voluntad de permitirlo?
O, bien es factible, solo sean una manifestación del deseo de aceptarlos si se hicieran explícitos.
No poder; entregarme a una desición; desconfiar de la razón; volver a enviar ese mail diciendo un no.