Breathe

Breathe
Nunca ha habido nada, pero todo lo que hay es mío.

5.24.2007

Un vestido y un...

Que si no hubieras aparecido con esa rosa roja enorme, querida…

No sé quién fue la estúpida que dijo que los diamantes son los mejores amigos de una mujer. Si sé, una tal Marilyn. A ella la compraban difícil, a mi me compran con rosas, que habrá que ver cuanto me compra una rosa.

Una rosa roja no es solo una rosa. Una rosa expresa un poco más, es un galanteo casi dandy de una dama frágil. Tu sonrisita entremezclada con esos ojitos rebosantes y una rosa.

Así, como un murmullo.

Después las fotos, el flash y mi escote, los zapatitos de charol y mi boca entreabierta, el labial amatista, el labial rojo, el vestido a pintitas, el vestido negro y Lacrimosa de fondo y la rosa embebida en agua, esperando marchitarse para que yo la inmortalice bajo cinta adhesiva.

Para inmortalizar el día de hoy, también, mientras te leía algo, mera excusa para que apoyes tu cabeza entre mis piernas y acariciarte el cabello, enmarañarlo y dejar tu cabello recogido algo perturbado por mis manos.

-El sábado vamos a cortarnos el cabello –te digo.

Así, como si no quisiera cortarme el cabello sino verte, una pequeña sonrisa esbozando que te acordaste de mí en varios momentos, que hasta ella se puso celosa de mí cuando me conociste y, debo admitirlo, estás tanto más madura.

Una señorita.

Las señoritas son algo fluctuante, cambian de opinión a cada rato pero ese modo por el que me mirás no cambia. Tampoco tu boca cuando te marqué con labial en tu mejilla y luego observé que casi, casi, corrías tus labios.

Pero yo te limité, bellamente.

Porque es así, dama, las mujeres no somos fáciles, especialmente con otras mujeres, especialmente cuando las otras mujeres galantean con una rosa.

¿Sabías? El blanco es el color de la amistad, no el rojo, querida.

¿De qué estamos hablando?

Comunicación omnisciente.

Una rosa y tu miradita, esa que captura como el flash de tu cámara, mis labios, mis uñas, mis piernas, mis piecitos juguetenado con unos instantes de cariñosos galanteo oculto.

4 comentarios:

Marina dijo...

Mmmmmm..."difíciles"? Nahhh, yo diría que en la mayor cantidad de ocasiones, facilísimas...pero hay que descubrir el "cómo", el elemento ultrafacilitador ;-). Algunos intuyen de una, premonitoriamente, ya que estábamos ;-), el valor y el sentido de regalar una rosa roja la primera vez que se ven, en el departamento de una amiga ;-), ponéle, que dice "qué hermoso gesto, rosa roja, glamour, y con lo que las rosas significan para Nat y un gesto así tan de caballero clásico seductor y medio dandy, capaz de gustos refinados...peroooo...rosa roja ;-)...ajá...dejemos reposar esta intuición...rosa roja. Che, pará, tampoco delires, tené un mínimo de sobriedad diaria. Nada, gesto convencional glamoroso, afecto, nada. Pero igual, le digo, me dice, le digooooo, ledicemedigo ;-), ¿le digo? E pur si muove!!!!" =)

Marina dijo...

Y espero que el amigo JotaCé no caiga en la deleznable -por servida en bandeja- tentación ;-) de señalar cínicamente difuminada su irónica máscara por el humo de un Cohiba- el hecho de que *yo* cite a mi favor a Galileo ;-), no da, tan fácil no da.

Nathalie X dijo...

Marina no te entendí un carajo del post.

¿Estabas de porro?

"E pur si muove" ?

No, 0 ganas de entrar al traductor a ver qué cominos significa eso...

¿Y mis clllllaaaaaaases de francés?

Dale, clases de francés, quiero clases de francés, quiero, quiero.


¿Dónde citaste a Galileo?

Aparte el post no habla de jotacé, habla de las rosas rojas, cosa que me apasiona, cosa que me puede, cosa que me compra, cosa que de entrada pretende ser una suerte de... de lo que fuera, no lo sé, pero cambia el significado.

Para algunas mujeres puede serlo un diamante, para mí lo es algo más frágil, una flor que muere, un flor sensible y roja, mi color favorito impregnado en pétalos que soslayan una muerte, haber sido cortada para ahora galantear a una dama, un bonito gesto de la belleza muerta para que otra belleza se sienta viva, un tinte sensible en los pétalos de una rosa y ¡carajo! como me puede que me regalen rosas rojas

Qué si son blancas no, un gesto más difuso, más leve, más sutil, ahora sí muerto... una rosa blanca, un límite de una amistad ahí...

Pero el rojo es pasión Marina, así por serlo, por solo tener esa onda lumínica tan fuerte a la vista que toca fuerte adentro.

Aaaaaaah las rosas rojas...

Me encandilan, desde niña, desde que me sentaba horas y más horas en completo silencio a observarlas en el jardín y me acercaba, sutilmente, rosándolas con mis manitas infantiles y tocan los aterciopelados pétalos, tan frágiles de ser cortadas para regalárselas a una dama... un pequeño gesto que dice tanto como contemplarlas, imantada, en silencio.

Silencio.

Estoy pensando en la rosa roja.

Marina dijo...

Che, que se reee entiende, media pila que me esmeré!!! ;-). Ya te expliqué la cita. Media pila.