No existe nada tan terrorífico cómo sentir que se tuvo el mejor sexo que la vida dará y, a su vez, notar que fue tan extremo, tan pasional, tan profundo y sublime que es imposible rememorarlo.
Breathe

Nunca ha habido nada, pero todo lo que hay es mío.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario