No sé.
Soy de hielo. Digo. No soy su nena buena. No soy su nena linda.
No soy SU nena.
El lloró. Cada año el 21 de Diciembre.
No sé cuando cumplís los años.
Te diré ¿Qué te diré?
Nada.
Te dejaré llorar y llorarás lo que soy.
¿Qué no estuviste?
Yo tampoco.
Ahora no hay tiempo para perdones.
No hay palabras que perdonar.
Hay silencios para quebrar.
Ninguno.
Solo lo ignoto.
Para mí, uno de los espectros más que deambulan.
Soy de hielo. Digo. No soy su nena buena. No soy su nena linda.
No soy SU nena.
El lloró. Cada año el 21 de Diciembre.
No sé cuando cumplís los años.
Te diré ¿Qué te diré?
Nada.
Te dejaré llorar y llorarás lo que soy.
¿Qué no estuviste?
Yo tampoco.
Ahora no hay tiempo para perdones.
No hay palabras que perdonar.
Hay silencios para quebrar.
Ninguno.
Solo lo ignoto.
Para mí, uno de los espectros más que deambulan.
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