Breathe

Breathe
Nunca ha habido nada, pero todo lo que hay es mío.

1.11.2007

Butterflies on a temptation hand (Cristal oder Índigo)



Ví la transparencia en la gente. Lo que realmente querían gritar sus ojos. Ví sus indignaciones y sus dolores. Las miradas de lujuria. El respeto. La cortesía.

La sociedad de la corrupción:
(La eternidad) Había supra mundos. Nuestro mundo actual estaba contaminado por el dolor. La gente necesitaba salir de la decadencia. Seres superiores, humanos, nos seleccionaban para ser reinsertos en la sociedad y cumplir un rol fundamental: enseñar.
El país, el único país, era Argentina. El mundo, en realidad, no existía. Argentina era el universo de la decadencia. Encima de nuestras penas se situaba una gran empresa: la empresa de la educación. Ese era el mundo fuera de la Argentina. El infinito de la moral. La gente selecta cumplía determinados roles, en diversas áreas, con la finalidad de reeducar Argentina y salvar almas. Yo había sido seleccionada para la estética. Mi función, en este mundo, era demostrar que la belleza no es rubia y no es jean. Había sido seleccionada para mostrar que la inteligencia no es un cuerpo, que el arte es la expresión, que la crueldad se esconde en los perfumes más lujosos y en en la más hedionda muñeca de porcelana.
El sistema era salvar almas, aquellas que se nos cruzan a diario, mediante la educación. La gran empresa del mundo era la informática. Un sistema computarizado de reinserción social educativa en la cual, mediante las siguientes áreas, se constituía el progreso:
Asistencia social.
Ciencias.
Filosofía.
Cultura.
Tecnologías.
Economía.
La finalidad de la empresa informática era educar el márketing. La medicina como ciencia, la asistencia social como un modo de amor, la cultura como el arte en la expresión estética, la tecnología como el progreso, la economía como la posibilidad de libertad.

No es un mundo feliz.

Ví el comercio en números, letras y colores. Las elecciones y las emociones en la transparencia del alma. Las palabras que gritan y gimen. Las miradas que violan. El dolor del trabajo injusto.

El dolor de la injusticia.

No es un universo feliz.

Somos un punto, ese punto en el infinito del ahora: ahora es nunca (lo único que existe)

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